Pilomatrixoma en niños: qué es y cómo se trata

Pilomatrixoma

El pilomatrixoma es un tumor benigno de la piel que aparece con mayor frecuencia en niños y adolescentes. Aunque su nombre puede sonar complejo, se trata de una lesión no peligrosa, que se desarrolla a partir de las células del folículo piloso y que no desaparece por sí sola.

Detectarlo y tratarlo a tiempo permite evitar molestias y lograr un mejor resultado estético.

Cómo se manifiesta

Los padres suelen notarlo que empieza como un granito y que a los meses se convierte en  un pequeño bulto firme bajo la piel, similar a un “porotito” o una pelotita móvil. Al principio no duele, pero con el tiempo puede crecer lentamente, ponerse más visible o enrojecido o morado, e incluso molestar al roce.

Estos quistes son duros al tacto, de superficie irregular y cubiertos por una cápsula. En los niños suelen aparecer en la cara, cuello, tronco o brazos, y su aspecto puede variar dependiendo del tiempo de evolución o de si presenta inflamación.

Aunque la mayoría de los pilomatrixomas son solitarios, algunos niños pueden desarrollar más de uno a lo largo de su vida. Por eso, es importante mantener un control médico regular ante la aparición de nuevos bultos en la piel.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico lo realiza el cirujano infantil o el dermatólogo mediante el examen físico. En algunos casos, se solicita una ecografía de partes blandas que ayuda a confirmar el diagnóstico aunque el diagnóstico definitivo se obtiene con la biopsia del tejido extirpado una vez que se ha operado.

El tratamiento es quirúrgico

La cirugía para retirar un pilomatrixoma es un procedimiento sencillo y ambulatorio, que en los niños se realiza bajo anestesia general para su comodidad y seguridad. Consiste en extraer completamente el quiste con su cápsula, evitando que vuelva a aparecer.
La herida se cierra con puntos finos e intradérmicos y deja una cicatriz lineal, que se trata cuidadosamente con parches de silicona y protección solar durante los meses siguientes. Con el paso del tiempo —aproximadamente entre 10 y 12 meses— la cicatriz se vuelve cada vez más discreta.

Cuándo consultar

Si tu hijo tiene un bulto bajo la piel que lleva semanas o meses sin desaparecer, o que ha aumentado de tamaño o cambiado de color, es recomendable acudir a un especialista.
Aunque los pilomatrixomas son benignos, su extirpación temprana facilita una cirugía más sencilla y un mejor resultado estético, especialmente en zonas visibles como la cara. Mientras más pequeño es el quiste pilomatrixoma más pequeña será la cicatriz, por eso la consulta temprana es tan importante.

En resumen

El pilomatrixoma es un quiste benigno y frecuente en la infancia. Su tratamiento es simple y seguro a través de una cirugía ambulatoria con anestesia general, y una consulta oportuna permite resolverlo de manera definitiva, cuidando tanto la salud como la apariencia del niño.

Doctora Carolina Correa
Cirujana Plástica Pediátrica